La esperanza de vida es un cálculo que determina los años promedio que vive una población y cómo diversos factores impactan en esa expectativa. Según datos del Banco Mundial, la esperanza de vida se ha duplicado en todas las regiones del mundo. Sin embargo, no solo buscamos vivir más, sino también vivir con mayor calidad, evitando enfermedades crónicas que afecten nuestro bienestar. ¿Cuáles son los factores que pueden ayudarnos a alcanzar este objetivo?
Hábitos de Vida: Los expertos coinciden en que el estilo de vida es crucial para mantener una buena salud y prolongar la vida. Un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard ha demostrado que adoptar un estilo de vida saludable en la mediana edad se relaciona con una mayor esperanza de vida libre de enfermedades crónicas importantes como cáncer, diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares. Según la investigación, las personas que siguen cinco hábitos saludables (alimentación equilibrada, ejercicio regular, peso saludable, consumo moderado de alcohol y no fumar) pueden vivir más de una década adicional con buena salud en comparación con aquellos que no siguen estas rutinas.
A continuación, analizaremos detenidamente cada uno de estos hábitos y su influencia en nuestra esperanza de vida:
1. Alimentación Equilibrada: Una dieta saludable es fundamental para mantener un buen estado nutricional, prevenir el sobrepeso y la obesidad, y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y ciertos tipos de cáncer. Se recomienda seguir una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado, aceite de oliva y frutos secos.
2. Ejercicio Regular: Realizar ejercicio físico moderado durante al menos 150 minutos a la semana puede mejorar la función cardiovascular, muscular y ósea, ayudar a mantener un peso corporal saludable, prevenir la diabetes y el síndrome metabólico, además de mejorar el estado de ánimo y la autoestima. El ejercicio también puede ralentizar el envejecimiento biológico al proteger los telómeros, estructuras que se acortan con el tiempo y se encuentran en los extremos de los cromosomas.
3. Peso Saludable: Mantener un peso adecuado es un factor crucial para vivir más y mejor. El sobrepeso y la obesidad se relacionan con un mayor riesgo de mortalidad y la aparición de enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la artrosis. Se aconseja mantener un índice de masa corporal (IMC) entre 18,5 y 24,9 kg/m².
4. Consumo Moderado de Alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede disminuir la esperanza de vida al incrementar el riesgo de enfermedades hepáticas, cardiovasculares, neurológicas, psiquiátricas y ciertos tipos de cáncer. Además, el alcohol puede afectar negativamente el sueño, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo. Se recomienda limitar el consumo de alcohol a una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres.
5. No Fumar: El tabaco es el factor de riesgo más significativo para morir a causa de una enfermedad. Fumar provoca cerca de 6 millones de muertes al año en todo el mundo, principalmente por cáncer de pulmón, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedad coronaria. Dejar de fumar puede aumentar la esperanza de vida hasta 10 años y mejorar la calidad de vida al reducir los síntomas respiratorios, mejorar la función pulmonar y disminuir el riesgo cardiovascular.
Otros Factores: Además de estos hábitos saludables, existen otros factores que pueden influir en nuestra esperanza de vida, como la genética, factores ambientales, sexo, nivel educativo, condiciones de salud y nivel económico. Estos factores pueden explicar las diferencias en la esperanza de vida entre países y regiones. Por ejemplo, España se encuentra entre los países de la Unión Europea con una esperanza de vida más alta al nacer y ocupa el segundo lugar en el ranking europeo para personas mayores de 65 años. ¿Cuál es la fórmula detrás de este logro? Según los expertos, España se ha convertido en un referente europeo en envejecimiento activo y saludable gracias a la combinación de factores como la dieta mediterránea, el clima, el sistema sanitario, la red familiar y social, y la cultura del ocio.
Vivir más y mejor es posible si adoptamos hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir enfermedades y a mejorar nuestro bienestar. No obstante, debemos ser conscientes de que también existen factores que pueden condicionar nuestra esperanza de vida y que no siempre están bajo nuestro control. Por tanto, lo mejor que podemos hacer es aprovechar al máximo cada día y cuidar de nuestra salud, así como de la de los demás.